Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el período 2024-2027. Así lo decidieron en votación democrática los obispos católicos reunidos en asamblea plenaria en la localidad bonaerense de Pilar. Colombo será acompañado por el cardenal Angel Rossi, arzobispo de Córdoba, como vicepresidente primero y por el obispo de Jujuy, Cesar Fernández, en la vicepresidencia segunda. La secretaría general será ocupada por el obispo Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro, y todos ellos conforman la Comisión Ejecutiva.
En función de sus antecedentes el nuevo equipo directivo del episcopado católico muestra un claro alineamiento con el pensamiento y las iniciativas pastorales del papa Francisco.
Según lo dispone el estatuto de la Conferencia Episcopal la elección de las autoridades se hace a través del voto secreto de los obispos, a razón de cada uno un voto, sin importar si se trata de un arzobispo, un obispo diocesano o auxiliar. No se presentan listas, pero existen criterios para, por ejemplo, guardar cierto equilibrio regional que represente las diferentes realidades de la Argentina. En las dos primeras votaciones -algo que se presume que ocurrió en esta oportunidad- los elegidos deben contar con los dos tercios de los votos. Pasada esa instancia se accede al cargo en cuestión con la mitad más uno de los sufragios.
Desde la asunción de Javier Milei como presidente, las relaciones entre las autoridades eclesiásticas católicas y el Gobierno transcurrieron formalmente dentro de los canales institucionales. Pero es sabido que muchas de las preocupaciones planteadas por los obispos ante el propio Milei, la entonces canciller Diana Mondino y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, fueron escuchadas por las autoridades políticas pero luego no se tradujeron en hechos, sobre todo cuando se presentaron cuestiones relativas a lo social.
Colombo, nacido en Buenos Aires en 1961, sucede en el cargo a Oscar Ojea, obispo de San Isidro, quien ejerció la presidencia por dos períodos consecutivos. El ahora presidente de los obispos ocupó durante ese tiempo las presidencias segunda y primera, respectivamente. Su historia eclesiástica lo vincula muy directamente con el ya fallecido obispo de Quilmes, Jorge Novak, quien lo ordenó sacerdote en 1961 y de quien fuera estrecho colaborador. Novak (1928-2001) fue uno de los obispos católicos que se destacó por su labor en defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar.
El nuevo presidente del episcopado fue ordenado sacerdote en 1988, es abogado por la Universidad de Buenos Aires y en 1994 obtuvo la licenciatura en derecho canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Posteriormente, en 1995, se doctoró también en derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Italia.
Colombo fue nombrado obispo de Orán (Salta) por Benedicto XVI en 2009 y en el 2013 el papa Francisco lo trasladó a La Rioja. Desde allí, además de su tarea pastoral asumió, por expresa indicación de Jorge Bergoglio, el trabajo de avanzar hacia la beatificación del obispo-mártir Enrique Angelelli, asesinado por la dictadura militar. Posteriormente, en 2018, Marcelo Colombo fue nombrado por el papa Francisco como arzobispo de Mendoza, responsabilidad que hasta ahora ocupa. El arzobispo de Mendoza estuvo recientemente en Roma, participando como uno de los representantes argentinos en el “Sínodo de la sinodalidad”, el encuentro que reunió a la Iglesia Católica de todo el mundo. En ocasión de ese viaje el arzobispo mendocino compartió también con el papa Francisco.
En una entrevista reciente con Página 12 y frente a los datos de pobreza que enfrenta el país Colombo sostuvo que “la justicia social es insoslayable” y afirmó que “cómo Iglesia y frente a esta situación tenemos que reforzar nuestra participación en el acompañamiento de estos hermanos y también seguir insistiendo en la búsqueda de salidas más creativas de parte de las instituciones para que no se quede la gente sin la atención más indispensable”.
El cardenal Angel Rossi, elegido como primer vicepresidente, es cordobés, nacido en 1958 y ordenado sacerdote desde 1986. En el 2021 el Papa Francisco lo nombró arzobispo de Córdoba y en setiembre de 2023 lo hizo cardenal.
El actual obispo de Jujuy, César Fernández, quien ocupará la vicepresidencia segunda, nació en Buenos Aires en 1954, y es sacerdote desde 1980. Se desempeñó como auxiliar de la diócesis de Paraná desde 2007, después de haber sido designado por el papa Benedicto XVI. En 2011 fue nombrado administrador apostólico de Jujuy y al año siguiente titular de esa diócesis norteña.
El secretario general, Raúl Pizarro, nació en 1973, es sacerdote desde 1998 y obispo auxiliar de San Isidro (Buenos Aires) desde el 2021.
La asamblea de los obispos continuará durante toda la semana y los miembros de la jerarquía deberán votar para elegir a los titulares de 22 comisiones episcopales temáticas.