Caso Tiago: asesino libre por inimputabilidad, una familia condenada al dolor eterno”

La decisión judicial de otorgar el sobreseimiento y la libertad al menor acusado del homicidio de Thiago cayó como un golpe devastador para su familia. Amparada en la legislación vigente, que declara inimputables a los menores de 16 años, la resolución dejó a los familiares enfrentando un duelo profundo y la sensación de que la justicia no alcanzó a escuchar su dolor.

Según se conoció durante la audiencia, los informes psicológicos y psiquiátricos realizados al adolescente no resultaron favorables. Los peritos describieron reacciones de ira no controladas, impulsividad y dificultades para dimensionar la gravedad de sus actos, advirtiendo que, sin un tratamiento adecuado y un seguimiento estricto, existe la posibilidad de que vuelva a protagonizar un hecho violento.

Estos elementos fueron utilizados por la querella para oponerse a la libertad del menor, argumentando que su estado emocional y mental lo convertían en un potencial riesgo para la sociedad. Sin embargo, la normativa actual no habilita otras medidas una vez agotadas las instancias previstas para menores inimputables.

El impacto más profundo se refleja en la voz de la familia. “Nos quedamos con el dolor más grande que puede tener un padre: enterrar a un hijo”, expresaron, cuestionando que se priorice la condición de inimputable por sobre el sufrimiento irreversible que dejó el crimen.

Mientras el adolescente recupera la libertad bajo el amparo de la ley, la familia de Thiago continúa reclamando ser escuchada y pide que el caso no quede en el olvido. El fallo reabre el debate sobre la edad de imputabilidad en la Argentina y expone una herida abierta: la distancia entre la ley y el dolor de quienes ya no tienen a su hijo.