

En diálogo con el programa Ladran Sancho, el interventor de Aguas Blancas, Sergio Zigarán, se refirió a la reunión mantenida días atrás entre autoridades federales y los intendentes de la zona, en la que se evaluó la implementación del Plan Güemes.
Consultado sobre la incertidumbre de los trabajadores de frontera respecto a su fuente laboral, Zigarán aseguró que “el trabajo de frontera va a crecer muchísimo más que antes, por lo menos según mi visión y lo que observo a través de los contactos con transportistas, taxistas y trabajadores del sector”.
El funcionario destacó que, pese a la tensión previa, “no hubo cortes de ruta ni medidas de fuerza porque se está trabajando de frente y de manera ordenada”. Señaló además que quienes se verán más afectados por los cambios serán “los contrabandistas mayoritarios que venían desde otras provincias” y que intentaban instalarse en la zona.
“Muchos intentaron convocar a la plaza de Aguas Blancas para protestar, pero el control se está ejerciendo. La mayoría sabe lo que estaba ocurriendo y que la situación no podía seguir como estaba”, indicó Zigarán.
El interventor también advirtió que “los mayoristas bolivianos y sectores vinculados al narcotráfico quieren que todo se mantenga como antes, especialmente en el área de Finca Karina, pero eso no se va a permitir”. Según afirmó, hoy por hoy la actividad comercial y logística “se concentra en las chalanas de Aguas Blancas” y la implementación del plan continuará.
En cuanto al futuro laboral de quienes operaban en el predio de Finca Karina, Zigarán explicó que quienes realizaban compras al por mayor —incluso de productos de gran tamaño como aires acondicionados o heladeras— deberán ahora registrarse como importadores formales. “Se terminó la joda de que cualquiera podía pasar cualquier cosa”, afirmó, remarcando que el objetivo es que toda la mercadería cruce por los canales legales.
Ante este nuevo esquema, se reforzó la atención en la Aduana boliviana, aunque Zigarán advirtió que allí se generan demoras considerables: “En Argentina hay suficiente personal para el control, pero en Bolivia el trámite se enlentece. Me ha tocado esperar hasta dos horas para cruzar en auto a Bermejo. Soy el vocero de todos los afectados y en las reuniones se lo he planteado a Migraciones y a Aduana”.
El interventor señaló que uno de los problemas es el cambio de autoridades previsto en Bolivia para el 17 de agosto, lo que, según dijo, retrasa decisiones como el envío de más personal al puesto fronterizo. “Mientras tanto, se forman colas de hasta cinco cuadras. Lo único que pido es voluntad y sentido común para no perjudicar a quienes cruzan de forma legal. Las limitaciones de Migraciones bolivianas no deberían afectar a la gente de Aguas Blancas”, sostuvo.
Finalmente, Zigarán insistió en que los cambios no apuntan contra los vecinos ni contra el trabajo genuino, sino contra las redes ilegales que operaban en la zona: “El muro no funciona si siempre hay un nudo u obstáculo. Lo que queremos es ordenar la frontera y beneficiar a quienes cumplen con la ley”.



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