Carrique "En la provincia se registraron 26.000 denuncias por violencia el año pasado"

En diálogo con Radio Metro, la secretaria de la Mujer, Diversidad y Género del Gobierno de la Provincia de Salta se refirió a la lucha contra la violencia de género. “A pesar de los retrocesos a nivel nacional, el Gobierno de la Provincia de Salta ha mantenido estas políticas, garantizando el acompañamiento a las víctimas de violencia en el territorio provincial”, afirmó.

“Estamos hablando de un problema estructural y cultural que enfrentamos, y los cambios en este plano no se producen de un día para el otro. Lo que sí puedo decir es que el primer Ni Una Menos marcó un punto de inflexión en nuestro país, permitiéndonos tomar con mayor seriedad esta problemática. A partir de allí, se generaron muchas políticas públicas que, lamentablemente, hoy no están siendo sostenidas desde el Estado nacional. Sin embargo, en nuestra provincia, estas políticas sí se sostienen”, expresó.

Sobre los datos difundidos por el Gobierno Nacional, agregó: “Dicen que los homicidios de mujeres bajaron un 14%. Bueno, primero hay que decir que no se trata simplemente de homicidios, son femicidios. Tienen nombre y están definidos de esa manera en nuestra legislación. Eso hay que decirlo con claridad. Y si efectivamente hubo una baja, tiene que ver con que en las provincias seguimos trabajando. La gran mayoría de los gobiernos provinciales no abandonaron su compromiso con la prevención y erradicación de la violencia por motivos de género”.

“Lo que vemos es que el Estado nacional ha tenido un retroceso enorme. Ha dejado de considerar esta problemática como una cuestión estructural, y le da un tinte ideológico que no corresponde. En este contexto, lo que permite sostener el trabajo y mantener esta agenda es el esfuerzo continuo de los gobiernos provinciales”.

También fue consultada sobre las denuncias por violencia de género en la provincia 

Se trata de datos que están permanentemente registrados por el Observatorio de Violencia contra las Mujeres. El año pasado se hicieron alrededor de 26.000 denuncias en todo el territorio provincial. 

Estos datos estadísticos son una muestra clara de que debemos seguir trabajando. Muchas de esas denuncias —o incluso los pedidos de asesoramiento— nos muestran cómo ha evolucionado la problemática. Hay un dato importante que quiero resaltar: hace algunos años, casi no se realizaban denuncias por violencia psicológica. Predominaba la idea de que la violencia era solamente el golpe, la agresión física.

Hoy, en cambio, una gran parte de las denuncias tiene que ver con violencia psicológica y también con violencia económica. De hecho, la mayoría de las mediaciones que se hacen en la provincia están relacionadas con el incumplimiento de la cuota alimentaria por parte de los padres. Eso es violencia económica.

Esta mayor visibilización de las distintas formas de violencia —no solo la física— es muy importante. Las mujeres y personas del colectivo LGBTI+ están identificando situaciones que antes eran completamente invisibilizadas, tanto en nuestra provincia como en el país y en el mundo. Y esto es clave, porque cuando se toma conciencia de estas violencias a tiempo, estamos en mejores condiciones de prevenir desenlaces fatales, como los femicidios.

Recordemos que el movimiento Ni Una Menos nació justamente a partir de femicidios, especialmente de mujeres jóvenes, que generaron una gran alarma social. A partir de ahí, se empezaron a construir muchas herramientas de acompañamiento y prevención.

También es cierto que, en estos años, muchas mujeres se han fortalecido. La política en este aspecto —y debo reconocerlo— ha acompañado mucho. Se ha trabajado con conciencia para empoderar a las mujeres, dándoles herramientas para que puedan hacer las denuncias, sobre todo frente al maltrato económico. Porque muchas veces, en el día a día, el agresor utiliza el dinero como forma de control: no te pasa una moneda y te somete diciendo “vas a tener que venir a mí, porque necesitás plata para los chicos o para vos”. Eso también es violencia.

Ahora bien, también se escucha con frecuencia el discurso de las “denuncias falsas”. Y hay que aclarar esto: esa idea está sostenida en estadísticas que no existen. No hay una cantidad significativa de denuncias falsas, como quiere hacer creer el Gobierno Nacional. Repetir que "viene el lobo, viene el lobo", termina perjudicando a las verdaderas víctimas. Y eso es muy peligroso. Concluyó