Ante la inacción municipal, vecinos reparan por su cuenta una calle en Hipólito Yrigoyen

El motivo: la inacción del gobierno local encabezado por la intendenta Soledad Cabrera, quien, según denuncian los habitantes, hace oídos sordos a los reiterados pedidos de mejoras en la infraestructura básica del barrio.

La situación se tornó insostenible

“Estamos cansados de promesas vacías. La calle estaba intransitable y decidimos actuar porque la intendenta no lo hace”, expresó un vecino que participó de la iniciativa vecinal. Ante la urgencia de recuperar la transitabilidad de la zona, los ciudadanos se organizaron, reunieron fondos y contrataron un camión de ripio para comenzar con la reparación. Este tipo de acciones, si bien son destacables por la solidaridad vecinal, ponen en evidencia un problema de fondo: la ausencia del Estado municipal en la atención de las necesidades básicas de los barrios periféricos. El estado de las calles no es una problemática reciente para los vecinos del barrio 62 Hectáreas. Según manifestaron, han elevado innumerables reclamos a la intendencia, pero hasta el momento no han recibido ninguna respuesta concreta.

A pesar de que la situación fue ampliamente comunicada por los vecinos, la intendenta Cabrera aún no ha emitido declaraciones públicas ni ofrecido soluciones para atender el deterioro de las calles. Este silencio oficial incrementa el malestar social en la comunidad, que ya se encuentra en un clima de tensión con la gestión local.

Largos abucheos durante la apertura de sesiones

De hecho, este nuevo episodio de autogestión barrial se suma a una serie de conflictos que viene enfrentando la mandataria. El pasado martes 1 de abril, en el inicio de sesiones del Concejo Deliberante, un grupo de trabajadoras municipales despedidas de manera arbitraria —ordenanzas con contratos precarizados— protestó frente al recinto. Las manifestantes, en su mayoría mujeres, marcharon de manera pacífica exigiendo su reincorporación y gritaron “¡sinvergüenza!” a la jefa comunal. La policía intentó desalojarlas, pero las trabajadoras se negaron a retirarse hasta obtener una respuesta por parte de la intendencia.

Estos hechos reflejan una creciente desconexión entre las autoridades municipales y las necesidades reales de la población. Desde el reclamo por condiciones laborales dignas hasta la falta de inversión en obras públicas esenciales, los habitantes de Hipólito Yrigoyen expresan un creciente descontento con la conducción política del municipio.

En este contexto, el caso del barrio 62 Hectáreas no es un hecho aislado, sino un síntoma del agotamiento ciudadano frente a lo que consideran una gestión ausente. Lo que debería ser una función primaria del Estado —garantizar la infraestructura mínima para la vida cotidiana— termina siendo costeada por los propios vecinos, quienes exigen, de manera cada vez más contundente, que sus derechos no sean ignorados.

Ante esta realidad, la comunidad sigue esperando que la intendenta Cabrera dé la cara, ofrezca soluciones concretas y asuma las responsabilidades que le competen como representante del Estado.

Fuente: Nuevo Diario de Salta