La crisis económica golpea con fuerza a la ciudad de Orán, donde cada vez más comercios se ven obligados a bajar sus persianas. La situación se agrava día a día, y recorrer el centro o las principales avenidas deja en evidencia una realidad preocupante, reflejando el difícil momento que atraviesa el sector.
El impacto de la crisis nacional, sumado a la competencia de precios con comercios de Bolivia y otros factores, como el de muchos casos, donde el costo del servicio de energia supera a los de alquiler, han generado un combo letal para los comerciantes locales. Mientras las ventas caen, muchos oranenses optan por cruzar la frontera en busca de productos más baratos, afectando aún más a los negocios de la ciudad.
"Cada vez es más difícil sostener un negocio. Los costos suben, las ventas bajan, la electricidad es costosa y la gente prefiere comprar en Bolivia porque allá todo es más barato", comenta un comerciante que recientemente tuvo que cerrar su tienda tras más de una década en actividad.
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