
Leonor Albornos y REBE han sido los ángeles guardianes de Ramoncito, proporcionándole cuidados provisionales, sanando sus heridas y asegurándose de que recibiera la nutrición adecuada.
Su dedicación y amor han transformado al pequeño Ramoncito, quien ahora exhibe una belleza radiante, testimonio vivo del afecto y cuidado que le han brindado.
La emoción y el agradecimiento se desbordan al observar el resultado de sus esfuerzos. Ramoncito, ahora en su nuevo hogar, es un recordatorio palpable del impacto positivo que puede tener la compasión y el compromiso con la vida animal.
Fue en el día del animal que este adorable animalito, tuvo lo que más esperaba y que un día no llegó: una familia que le de ternura y amor.
El caso de Ramoncito no solo es una historia de rescate y rehabilitación, sino también un recordatorio conmovedor de que el amor y el cuidado pueden transformar vidas, tanto humanas como animales.
Que esta historia inspire a otros a seguir su ejemplo y a trabajar por un mundo donde todos los seres vivos sean tratados con compasión y respeto.
¡Ramoncito buena vida y de mucho amor en familia!








La Policía está trabajando para identificar al gaucho que le pegó al perrito

